Hay una serie de elementos que me preocupan y que constituyen un riesgo razonable para este proyecto.
- Por una parte, pese a que esto está pensado para un público adulto, en ocasiones he visto a algún menor transitando por los pasillos de la facultad. No quisiera que este experimento dañara su sensibilidad, pero también es cierto que ha sido en raras ocasiones y que una facultad es uno de los mejores sitios para hacer esto debido a que casi todos los alumnos y profesores son mayores de edad.
- Así mismo, me preocupa que alguien pueda interpretar el fondo o la forma de estas imágenes como una forma de apología o apoyo a los conceptos de suicidio o infanticidio. Nada más lejos de la realidad. Soy de una generación cuya infancia coincidió en el espacio y el tiempo con un importante aumento de la violencia en el cine, los videojuegos y otras formas de entretenimiento y diversión, lo que a mi juicio ha influido notablemente sobre mi concepto del humor.
- Por último, y en menor medida, están los daños a las propiedades de la facultad derivados de la colocación de las tarjetas. Digo en menor medida por dos razones fundamentales:
Pienso tener cuidado al colocar las tarjetas para que estorben lo menos posible (evitando taquillas y cristales, etc) y además el estado del edificio hace tiempo que rebasó la terrible frontera de lo infrahumano.
Para evitar tener problemas serios, intentaré hacer todas las aclaraciones oportunas y colocar las tarjetas donde causen el menor daño posible.
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